jueves, 8 de octubre de 2020

Análisis película: La Vida Es Bella

 La vida es bella, es una película basada en la trágica época del nazismo, más concretamente en la segunda guerra mundial. Al principio, todo ser humano distinto a la "raza aria" era menospreciado, humillado. Luego se les etiquetaban y localizaban, moviéndolos a guetos para así separarlos de la "raza superior". Por último, ya eran enviados a los campos de concentración, donde los clasificaban en edades y sexo, los hombres y mujeres, jóvenes y sanos, eran utilizados como esclavos, mientras que los niños y ancianos eran asesinados, puestos que no podían trabajar. 

Fue en este punto donde nuestro protagonista (Guido), acompañado de su hijo pequeño (Josué), trata de enmascarar toda esta situación para así entretener y mantener a salvo al niño, para que no tenga que ver/vivir la cruda realidad. 

Para ello le plantea al pequeño un juego, el cual tiene una gran recompensa para Josué, por lo que está ansioso por jugar y por ganar. Utiliza unos de los juegos más tradicionales, el escondite (aunque un poco variado), donde Josué tiene que esconderse y mantenerse callado para que los malos (los guardias) no lo descubran, cada día que pasa gana puntos, así hasta conseguir 1000 puntos, con los cuales obtendrá un tanque. Guido a medida que pasaba el tiempo le iba hablando a Josué de como estaba yendo el juego, quien iba ganando, etc. lo que mantenía atento y con ganas de continuar al pequeño.

En esta película podemos comprobar cómo funciona el juego en la mente de los más pequeños, para un adulto un juego es pasar el tiempo y nada más, mientras que para un niño el juego es algo serio, para ellos es un mundo. Por eso, Guido utiliza el juego como una herramienta de disuasión, ya que a Josué era algo que le gustaba y que lo tomaba enserio, además al tener una recompensa que conseguir lo hacía más entretenido e importante. Sin este juego inventado de Guido, Josué no hubiera pasado ese infierno de la misma manera.

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